martes, 29 de diciembre de 2015

¿Amigos?



Pasa una página del tema que está estudiando. La lee, intenta entenderla y memorizarla. Nada. No entiende ni una palabra de lo que pone, además, su profesor hace lo contrario a lo que pone. No sabe ni para qué se molesta en estudiarse la teoría. Resopla y se mete un mechón de pelo que se le ha salido del moño detrás de su oreja. Se quita las gafas y se las limpia con su camiseta. Sigue sin entender cómo las gafas pueden mancharse tanto. Es algo que nunca entenderá, que venga alguien y se lo explique.

Pasa a la siguiente página cuando le entra una llamada de Skype en su portátil azul. El chico que le gusta, su amigo, le está llamando. Hace mucho que no se ven, él no sabe que a ella le gusta y ella no sabe qué siente él. A veces parece que sí, otras que no... Ya no sabe qué pensar.

Responde a la llamada sin pensárselo dos veces y segundos más tarde él aparece en la pantalla del ordenador. Ella para la canción Wish you were here de Avril Lavigne para escucharle mejor.

-¿Qué pasa, tú?-saluda él como siempre lo hace.
-¿Cómo que tú? A mí no me llames así que te cuelgo.
-No seas así, sosa. Ya sabes que soy así.-dice él riéndose.
-Lo sé muy bien.-dice ella sonriendo tímidamente.
-Por cierto, quita el post-it de la cam. Quiero verte. Para hablar sin verte te llamo normal.
-Si tanto quieres verme cotillea mi Instagram.-suelta ella borde.

Le ha salido así sin más. No es que no quiera que él la vea, pero es un mandón y siempre hay que hacer lo que él dice. Eso ella lo odia.

-No te pongas así. ¡Yo no hago eso!
-¡Claro que lo haces! Eres un cotilla.
-Solo lo hago con las que me gustan.
-Bien. Pues a las que te gustan diles que te pongan ellas la cam.
-Ya lo acabo de hacer, pero al parecer no te has dado cuenta.

Ella se queda callada. No quiere entender algo que no es. Debe estar tomándole el pelo, como siempre.

-Pues no. Debo ser tonta.
-Eso no es novedad.-dice él riéndose, lo que le saca a ella de sus casillas.
-No es momento para cabrearme, estoy estudiando. Bueno, intentándolo.
-Sigues sin quitar el post-it de la cam.

Para que no se ponga más pesado hace lo que él dice. Él sonríe cuando la ve en su ordenador.

-Pensaba que no ibas a hacerlo nunca.
-Cómo te pongas pesado lo vuelvo a poner y te cuelgo.
-Seguro...
-¿No me crees?-pregunta ella enarcando la ceja.
-No estoy seguro.
-Qué te den. Vete a molestar a otra, chato.
-Con ninguna me divierto tanto como tú.
-Ninguna te aguanta tanto como yo querrás decir.
-Eso también.-dice él inclinándose en su silla.
-Tengo que irme.
-Quédate.
-Tengo que estudiar.
-Eso lo harás más tarde, es temprano. Quédate.
-¿Por qué?
-¿No te has dado cuenta aún? Gradúate la vista porque me gustas desde hace tiempo.



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