Si ella me pidiera la luna, ahora mismo,
se la bajaría para verla sonreír. Es demasiado guapa. Suspiro. Se gira, me
sonríe feliz, yo le devuelvo la sonrisa y sigue mirando la luna con una gran
sonrisa y cara de felicidad.
Señala una estrella con el dedo y dice
algo pero no la oigo, solo veo cómo se mueven sus labios y tengo muchas ganas
de besarla. Me gusta verla así, llena de felicidad, aunque, ella desprende
felicidad y te la contagia hasta en los peores momentos. Es la cosa que más me
gusta de ella, además de otras, claro.
Me encanta pasar tiempo con ella aquí aunque
solo miremos las estrellas, sin decir nada. Y también esos ojos verdes que
tiene. Te enamoras de ella con solo mirarlos.
Me pongo de lado y me apoyo sobre mi codo
para mirarla mejor. Bueno, dicen que quien no arriesga no gana así que voy a
probar suerte. No se da cuenta de que me estoy acercando a ella hasta que la
estoy besando y me devuelve el beso.
Noto una vibración en la mano y abro el ojo. Un WhatsApp de ella.
-¿Qué estabas haciendo? No me contestabas.
-Soñando contigo.
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