La universidad no es lo que parece

La universidad. Eso que cuando estamos en el instituto queremos que llegue y una vez que estamos dentro estamos deseando que se acabe ya. Una vez que estás dentro de ella, ves que no es lo que parece.

Si conoces a alguien que ha ido a la universidad antes que tú, te puedes hacer una idea de cómo es la vida en ella por lo que te van contando. En cambio, si no tienes a nadie que haya ido a la universidad antes que tú, pues bueno, te crees lo que ves en las películas, que todo es facilísimo y están todo el día de juerga. Pues no es así, bueno, salvo ciertos casos de gente que no hace nada, en ese caso, su vida en la universidad sí es como en las películas. Y creedme, hay gente así.

La universidad tiene sus cosas buenas y malas, como todo.

¿Cuáles son las cosas buenas? Pues bueno, haces nuevos amigos que te acompañan durante toda tu carrera, algunos más locos que otros, haces tu grupo de trabajo, en el mío estamos todos como cabras, pero nos llevamos genial, aprendes algo que realmente te gusta, criticáis a los profesores juntos y pasáis buenos ratos juntos. Y esos amigos, te hacen el estudio más llevadero, compartís apuntes, horas de estudio y de comida.

¿Cuáles son las cosas malas? Empecemos por decir que no tiene nada que ver con el instituto, los profesores te suben los apuntes y ¡hala! apáñate tú con ellos y si algún día me apetece te resuelvo alguna duda o, como me dicen a mí, “mírate el manual”. Esto lo hacen los profesores cabrones, que están ahí por enchufe, y luego apruebas, pero, realmente, no has aprendido nada. También están los que explican en clase y te dicen que no se acuerdan de si esto era así o asa y bueno… Y hay profesores que te dejan a 0.07 de aprobar, a esos les daba yo un buen guantazo por mala leche. Por otro lado, les mandas correos con dudas y te contestan tres meses después o nunca, según como les dé.

Luego están los profesores majísimos que te explican todo perfectamente y los quieres en todas las asignaturas. Si fuera por mí, me quedaría con dos o tres profesores para que dieran toda mi carrera. En realidad, si tuviera profesores mejores ya sería perfecto.

A veces, no siempre, algo malo es trabajar con gente que no conoces porque siempre te toca algún vago, no congeniáis bien y eso hace que el trabajo no vaya a la perfección.

Aún con sus cosas buenas y malas, yo no cambiaría la universidad, que te enseña más cosas de las que crees y te llevas a gente majísima por el camino que se convierten en tus amigos con los que te vas a tomar algo de vez en cuando. Si no hubiera ido a la universidad pues, no los habría conocido.

Y vosotros dulceiners, ¿qué opináis de la universidad? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia con ella?