Límite de velocidad. Es acosa que le encanta saltarse a la
gente, así a la torera. Como cuando tú vas conduciendo tu coche a lo que marca
el límite de velocidad y viene el más chulo de la ciudad y se pone pegado a ti,
a menos de un metro de distancia o así, para que aceleres. ¡Pero pedazo de
imbécil, adelántame por la izquierda que voy por el carril del medio y no voy a
saltarme el límite porque tú lo digas!
Otro caso son las rotondas. A ver
si aprendemos a circular por ellas porque seguro que a vosotros también os
traen de cabeza cuando quieres salir de la rotonda y el tonto de turno no pone
el intermitente, con lo cual podrías haber saludo tú, pero nooo y dices “Hala,
gracias, guapetón” y te quedas esperando ahí un poco más, mientras el de detrás
te pita y tú en plan “Vamos a ver, ¿no ves que no hay manera de entrar en la
rotonda sin que te coman viva?” Y de verdad existen los que no saben circular
por las rotondas, estos solo eran los que no saben dónde está el intermitente
derecho, que tú vas circulando por tu carril derecho, como te habían enseñado
en la autoescuela, y va también el más chulo del barrio, que circula por el
carril central, y quiere salir de la rotonda y tú no le dejas salir porque
tienes prioridad y no quieres salir por esa salida y te pita ahí con todo el claxon
dándolo todo. En ese momento, te dan ganas de tirarle un libro de la
autoescuela a la cara. Y luego si te dan te echarán la culpa, para no variar.
¡Porque las personas que no saben conducir lo valen, oye!
¿Qué opináis vosotros #dulceiners?
Estoy de acuerdo contigo, Teresa. El estilo de conducción dice mucho de cómo son los conductores. Hay quienes conocen el reglamento y quienes no, siendo estos últimos los que paradójicamente parecen necesitar gritar (con el claxon) que tienen razón. Además hay conductores solidarios, con empatía, o con una visión de la situación preclara que les permite tomar la mejor decisión, y los hay que no tienen nada de eso. Lamentablemente la mayoría falla en estas cuestiones básicas y aún así se creen poseedores de la razón, fiel reflejo del ser humano de nuestros días.
ResponderEliminarLa cuestión más básica en la que falla la mayoría de los conductores es a la hora de salir de una rotonda o hacer un cambio de carril brusco con tal de adelantar al coche de delante. Para mí, estos son los que más accidentes provocan y pueden acabar peor, por desgracia.
Eliminar